Si algun día os pilla la vida por la Costa da Morte, os recomiendo que os aerquéis hasta un pequeño pueblo marinero de nombre Camelle -aahh!! ¿ahora ya os suena?-, visitéis la perculiar obra de un alemán llamado Man. -¿Sería su verdadero nombre? ¿Sería diminutivo de su gentilicio?-. Fuere lo que fuese, un día llego a la costa Coruñesa para no abandonarla jamás. Falleció, mientras su obra y su paraíso se llenaban de chapapote. Dicen que de tristeza.

Ahora con las costa "recuperada", se sigue visitando este lugar. No os voy a mostrar fotos del lugar, para eso ya existe "Google imagenes". Sólo os voy a poner una figura u obra, llámenlo como quieran, pero dejen volar su imaginación.
Por cierto, éste era Man.

No hay comentarios:
Publicar un comentario