sábado, 26 de septiembre de 2009

Del verde al marrón pasando por el gris

Aunque parezca mentira y desde el pasado día veintidós, nos encontramos en otoño. Si si, en otoño, esa preciosa estación de colores amarronados tonos, cielos grises y nubes lagrimosas. Y digo "aunque parezca" porque mientras en el levante sus cielos se llenan de oscuridad, en la nuestra tierra gallega el tiempo es expléndido. Temperaturas altas, sol a raudales y pequeñas brisas que invitan a disfrutar del terraceo. También de terrazas pero de viñedos cargadas de preciadas uvas. Son estos días, días de trabajo con su recogida. Días de vendimia y de trabajo que con el calor reinante se hace sofocante y realmente duro.
Pero volvamos al inicio del otoño, el cual aunque tímidamente, comienza a dar muestras de su llegada.

El de nuestros primos hermanos asturianos

Hacía tiempo que no subía una foto de hórreos, y tras una pequeña estancia en tierras del principado tiempo atrás, la foto que he elegido para mostrar algún tipo de construcción del apartado es uno de esos tan gigantescos que se gastan nuestros compañeros astures. Es curioso ver como tienen multitud de usos, desde habitual despensa a vivienda, pasando por gallinero o tendedero. Es peculiar también su característica elevación para aislar de la gran humedad reinante en la zona. Hechos de madera en su mayor parte, con techo de teja y sin usar ningún tipo de clavo o punta (los realmente interesantes), se trasladan de un lugar a otro fácilmente. También llama la atención su puerta, siempre con orientación este o sur para resguardarse de las inclemencias del tiempo.
Prometo más fotos.