viernes, 28 de agosto de 2009

Mirándote

Me encanta ver Ourense desde las alturas. No, no vuelo en globo, ni tengo la oportunidad de pasear en helicóptero ni nada que implique estar en el aire. Simplemente me gusta llenar la retina de colores mientras observo la ciudad desde cualquiera de los muchos miradores que posee.


Y gozar de buenas puestas de sol sobre la Auriense actual.

P.D. Un telefoto no me venía mal para foto de largas i medias distancias... pero en tiempos de crisis...

Por los alrededores de Ourense

El otro día me cogí el coche y decidí acercarme a un lugar por el que tantas veces había pasado sobre dos ruedas y por el que nunca había tenido la posibilidad de detenerme a contemplarlo detenidamente. Propiamente no es Ourense, pero, sí pertenece a nuestro ayuntamiento. Supongo que con los años el crecimiento de la ciudad terminará por llegar hasta él. Es curioso el ver como tan cerca de la ciudad te puedes envolver en un paseo por el más tranquilo y lejano pueblo que conozcan, sin alejarse demasiado de la capital ourensana. No hablo de otro pueblo que la próxima parroquia de Seixalbo.
Se trata de un núcleo que tiene un valor etnográfico fantástico. En él, las calles son recantos.

Algunos gozan de nombres peculiares y otras no tanto.





Pequeñas y laberínticas callejuelas, que te hacen creer encontrarte a varios quilómetros de la ciudad o villa más cercana.

Con esmerada decoración.

Aquí el tiempo parece detenerse y viajar al pasado no es muy dificil.

Si alguna vez gozan de la oportunidad. Dense un paseo. Seguro, sacar alguna buena imagen o desconectar de la rutina merecerá la pena sin alejarse demasiado del bullicio.