domingo, 11 de octubre de 2009

Horas de volante

La entrada que presento hoy, no es una entrada de paisaje ni curiosidad. Tampoco es artística. Hoy quiero dedicar mi entrada, a todo ese tiempo que me paso encerrado en un coche, camino destino incierto.
Quiero dedicar la entrada a todos esos momentos, a todas esas personas, a todas esas conversaciones, a todo lo que se puede llegar a vivir dentro de un habitáculo. Quizá son momentos sin importancia, instantes que no valoramos u otras veces son más que aventuras las vivencias dentro de un vehículo.
Para un aficcionado al mundo del motor como yo, un coche y una carretera son sinónimos de placer. Me puedo pasar horas y horas al volante negociando curvas y más curvas. Es una filosofía de vida que uno intenta plasmar viajando a traves de kilómetros de asfalto.
Sea al volante o no, creo que conducir o viajar por carretera, es uno de los mejores placeres de esta vida.
Aunque de todos modos, quién nunca ha preguntado, ¿cuánto falta papá?