Cientos de veces me he quedado a presenciar la caída del astro rey en el horizonte. Momentos para pensar, meditar, reír, llorar o solamente contemplar. En la mejor compañía o en la más absoluta soledad. En la colosal montaña o junto al inmenso mar. Instantes en los que recordar produce esa extraña sensación de trance que nos devuelve a la cruda realidad. Oportunidades que a pesar de repetirse día tras día siempre tienen algo peculiar que hacen de ello momentos especiales, ocasiones únicas que no volverán y que hacen del lugar dónde te encuentres un lugar mágico por unos instantes.
viernes, 21 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que nostalgia me ha entrado con la foto. Te superas cada día Yago ;)
Publicar un comentario