Buscaba relajación. Buscaba evasión. Aquella tranquila noche de comienzos de otoño era ideal. La temperatura lo permtía y la compañía era grata. ¿Darse un lujo? No, solo un baño.
Para los que no son de Ourense, una pequeña explicación; hablo de las Pozas do Muíño da Veiga, un pequeño molido reconstruído que da nombre a 3 pozas de agua termal de las muchas que podemos disfrutar en nuestra querida ciudad. Un paraíso termal.
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