miércoles, 23 de septiembre de 2009

Y al fin, se cumplió mi deseo "Cudillero"

Aunque sólo fuera a medias, ya que fue una visita express. Tras observarlo en cientos de imágenes, el otro día y de pasada pude sacer una pequeña muestra de lo que éste bello pueblo contiene. Callejuelas extrechas, casitas de colores, olor a mar y buen comer, es lo que nos depara la pequeña villa marinera. Un lugar de encanto entre tres montañas, un lugar de ensueño. Un lugar que enamora.
Sentí no poder parar, callejear, tomarme una caña o una sidrina en sus terrazas. Sentí creerme en sueños por un isntante. Sentí que volvería. Sentí que volveré.

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